Llegamos nueve madrugadores con puntualidad al la entrada a los terrenos del Santuario. Tuvimos un problema al abrir la puerta, lo que nos ocasionó un pequeño retraso. Iniciamos con una oración pidiendo por Haití, y que nuestra madre esté alla con los heridos y consolando y dando fuerza a todos los afectados. Continuamos reflexionando sobre textos de la enciclica Caritas in Veritate.